Dicen, los que saben de esto, que se escribe más alejado del portátil y de la pluma que tecleando. Yo llevo escribiendo este post varias semanas, que digo meses, quizas años. Desde que leí Las niñas prodigio, después llegó a mis manos Panza de burro, donde Sabina hace de editora sacando lo mejor de Andrea Abreu.
Sabina es un pelín punky, ha conocido mucho mundo, pero no reniega de su barrio, Usera, aunque es nacida en Donosti y criada en las las Islas Canarias, diria que en Tenerife. Ha disfrutado de una beca de creación literaria en la Universidad de Iowa. No me siento demasiado especial, qué juntaletras no querría tener una trayectoria así.
Ahora estoy con El celo, que va por la quinta edición, ella misma me lo ha dicho por privado en Instagram. La verdad es que lo leo poco a poco, a sorbitos, porque no me da la vida. Que poco me gusta esta expresión, pero en este caso va que ni pintada.
Por mi parte sigo con mi antología de relatos. Está en proceso de maquetación y aún no tiene título definitivo. Estoy aprendiendo mucho en el proceso y es que escribir no es coser y cantar, lleva mucho curro detras, hay mucha piedra que picar.
Comentarios
Publicar un comentario