El pasado mes de octubre ha sido, para mi, una etapa muy fructífera en cuanto a lo de escribir. Días de recoger lo sembrado como en una vendimia tardía. También, no lo voy a negar, ha habido alguna desilusión, pero el cómputo global ha sido más que positivo y todavía quedan algunas cositas por concretar. Por poner solo un par de ejemplos, La sabiduría de los líquenes ha sido publicado en el número de octubre de la revista chilena Entre paréntesis y El licántropo ha hecho lo propio en Huellas de tinta . También gané unos libritos muy chulos de la Editorial Almadía en una dinámica veraniega con otro microrrelato y ya digo que hay bastantes cosas pendientes.
El pasado mes de mayo se entregaron los Premios de la Federación Madrileña de Salud Mental y adivinad quién fue uno de los finalistas de esta octava edición...
Si alguien quiere leer mi relato, porfa que lo diga en comentarios.
Muy bueno el relato. Fiel reflejo de un estado depresivo. Enhorabuena por ser finalista!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y por pasarte por aquí ;-)
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